jueves, 3 de marzo de 2011

Una verdad veraniega.-

Últimamente la gente ha intentado hacerme mierda la vida. Sí, así de literal. Creo que con malas intenciones me han recalcado una y otra vez mis defectos.
Tengo tantos defectos - pienso siempre - soy pesada, idiota, un carácter difícil de llevar, a veces llevada a mis ideas, demasiado detallista, obsesionada, incluso sin corazón para algunas cosas.

La verdad, ya no me importa. Siento que si sigo cayendo una y otra vez por las palabras de los demás, no llegaré a ninguna parte. Pienso que debo tomar las cosas con calma, leerlas, procesarlas y seleccionarlas, sí, ver si realmente son constructivas o desecharlas.

También, siento que es tiempo de ver quienes son mis amistades de verdad.
Creo que todos hemos tenido de esos amigos de papel, de esos que dicen que estarán contigo en todas, y a la primera caída, desaparecen. Debo aprender a ver más allá de su alma y darme cuenta que son poquisimos quienes son los reales.

Hoy como que no me importa nada. Leí mi libro y tomé una larga siesta. Parece que las vacaciones están ya atormentándome, necesito un poco de rutina.

ps: el cielo esta rosa, y el sol rojo intenso.

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