viernes, 11 de marzo de 2011



El tema del amor, está más que ocupado. Cuantos poemas, frases, pensamientos y demostraciones no se han hecho de éste.
A veces pienso que el amor puede ser bien lindo, ya que cuando estamos enamorados, de inmediato nos subimos a la nube de la felicidad. Los primeros meses parece todo perfecto. Las peleas son mínimas, consentimos en todo y hasta cedemos en cosas que son de nuestra propia esencia. - que lindo-

Pasa el tiempo, y es cuando recién descubrimos a la otra persona. Sus defectos, sus tontas manías, las peleas sin razón comienzan a surgir, uno se distancia y vuelve, una y otra vez... todo se convierte en un círculo vicioso. Rutina, rutina, rutina... ¿y el amor?

Yo hace un tiempo decidí dejar mi corazón en stand by, preferí convertirlo en hielo y preocuparme de mi. No mentiré que me funciona de maravilla; pude concentrarme en muchas cosas que realmente necesitaban de mi atención, y le dí importancia a personas que lo son todo. Pero hoy, extrañamente, me sentí sola... así como hace rato no me sentía. Sin querer, necesité uno de esos abrazos que son capaces de transmitir todo, sin necesidad de esbozar una sola palabra. De esos que traspasan todo el ser y te dejan en paz.

Por un segundo, el corazón de hielo pudo sentir un calorcito. Me sentí sola, vacía... así como un comercial que vi, en el cual, sin un corazón no se puede estar, no se puede vivir, porque necesitas de esa emoción constante.

Creo que no debo acostumbrarme (y como me recomendó un amigo) debo empezar a dejar de lado el escudo, para volver a sentir otra vez, en poder convertirme en alguien real y no una máquina que evade todo.

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