lunes, 24 de junio de 2013

Y vuelvo cual perro arrepentido

Y bueno, cada cierto tiempo vuelvo arrepentida a escribir por estos lados. La verdad olvido la sensación de liberación que genera este sitio al escribir las cosas que normalmente dan vuelta una y otra vez en la cabeza. Y sí, la verdad es que estoy segura que otra persona por ahí debe leerlas y debe sentir algo similar.

Las ideas no abundan, pues la banalidad se ha vuelto el placer diario de mi vida. Dedicar tiempo ha ser ésto de una costumbre la verdad cuesta, y más cuando no tienes motivos suficientes para hacerlo tampoco. 

Cosas nuevas no aparecen a diario, ya no queda más que la rutina e intentar sobrevivir al mar de cosas que me abruman y que me hacen luchar contra el tiempo. Las palabras de consuelo no me son suficientes, pues ya no me generan siquiera un bienestar interno, sino que me producen un malestar, tirado al asco. Y no tiene nada que ver de la persona que venga, por el contrario, mi mente (y estómago) no discriminan, simplemente pasa y es lo que sé. 

Se acaba de a poco el tiempo y me encuentro aquí, en el mismo lugar, aunque mis procesos sociales avancen de un modo abismante y a la velocidad de la luz. 

Y bueno, como siempre, vuelvo arrepentida a escupir pensamientos por estos lugares.

sábado, 22 de septiembre de 2012

¿?

Me impresiona como las personas pueden formar conexiones tales que, cuando le sucede algo a una, por esas cosas de la vida, la otra de inmediato sienta una conexión. No estoy estoy segura si es la piel, el corazón o esas cosas raras del mundo que hacen sentir todo.

Es raro, pueden pasar años y aún podemos sentir el dolor ajeno. Te ocupa la mente, y uno se pregunta ¿por qué me pasa? Hace uno días me acordé de alguien muy querido, que por el tiempo y la rutina loca de la vida ya no conversamos.Le envié un saludos, pero no me dio respuesta alguna; lo tomé con naturalidad, ya que no hablamos tendido hace demasiado. Bueno, al día siguiente me enteré que había tenido un problema familiar complicado. Hablamos, me contó y sentí que parte de su dolor se hacía mío. Fue extraño, loco y un poco triste. Aún no entiendo el por qué, si ya no somos nada; incluso la palabra amigos nos puede quedar grande.

Son esos detallitos de la vida, que nunca me dejan de asombrar. Son esas cosas que quizás no tienen una razón clara, sino que suceden.      

"Debo decirte algo antes de que te bajes de este sucio vagón, y quede muerto. Mirarte a los ojos y tal ves recordarte, que antes de rendirnos, fuimos eternos".                                                                                                        

jueves, 19 de julio de 2012

El periodismo según mi momento

Todo el mundo ya sabe la historia de que me cambié radicalmente de carrera. Que si bien, fue un cambio que consideré necesario, a ratos me hartaba. 

Bueno, simplemente quiero decir que hoy más que nunca he sentido que fue una de las mejore decisiones que he tomado en mi vida. 

Me encuentro, y si todo sale bien, a un semestre de culminar parte del proceso. Sí, parece loco. Estos cuatro años se me han ido volando, pero al mismo tiempo, me siento tan satisfecha. Siento que si bien, algunos semestres han sido mejores que otros, éste último realmente he sentido el peso de ser "profesional", de sentir en una mínima parte de lo que posible mente sea a lo que me dedique a futuro. 

Aunque ha sido pesadisimo el semestre, ha servido también en un tema afectivo. Como curso, creo que nunca habíamos trabajado con tanto esmero para conseguir un objetivo. No habíamos tenido de compartir tantas horas juntos trabajando por la misma meta, y para superarnos a nosotros mismo. 

Siento que este semestre que terminó para mi, he comprendido realmente lo que implica todo esto que adquiriré a futuro. A la presión, al sobre esfuerzo, a estar atenta, corriendo, frustrada más de una vez, a dormir, incluso andar con la cabeza en cualquier parte.

Para mi, el periodismo es más que una profesión, es un oficio, como decía Garcia Márquez. Y aunque muchos nos critíquen que nos vendemos, que no sabemos informar, y un millón de cosas más, que quizás sean ciertas en ciertos casos, no me es tan relevante, pues al fin y al cabo, tenemos muchos privilegios que muchos no podrán tener... el hecho de que muchos te lean, te escuchen o te vean, y que tú información sea la que pueda mover masas para intentar hacer la diferencia.

jueves, 19 de enero de 2012

Something

Última mente mis pensamientos son bien emos. Sí, me da hasta un poco de vergüenza admitirlo, pero hay que ser sinceros, todo, TODOS, pasamos por un momento emo en la vida, en que nos cuestionamos todo lo que nos rodea y que al mismo tiempo hacemos una introspección para saber cómo estamos.

A pesar de que el año recién pasado fue un año de revisión constante, de que en cierta medida logré aquella paz que buscaba, en que me equilibré en cuanto a amigos, familia, conocidos, extraños, etc. siento que ahora estoy un poco 'vacía'. No es que no valore lo alcanzado, porque al contrario, lo agradezco mucho, pero creo que es tiempo de dejar la careta de aparentar felicidad completa, si extrañamente me siento un tanto... ida.

En fin, escribir me ayuda a sacar un poco la rabia que me produce todo esto. Sé que pocos se dan la paja de leer cosas así, pero realmente no me importa, mientras pueda escupir mis pensamientos tal y como los siento, me provoca un relajo interno, del cual realmente me siento agradecida.

Espero que la sensación de 'vacío' pase luego y que no empañe lo que sin querer he maquinado para los meses que vienen.

sábado, 7 de enero de 2012

3..2...1...

Y el 2012 llegó y sinceramente le tengo fe a este año.

Propósitos? - la verdad es que no tengo nada en mente. El año recién pasado fue un año dedicado completamente a cambios y vuelcos importantes en mi vida. Como siempre, llegó ese momento en donde mi paciencia se aburrió y simplemente colapsé. Mandé a mucha gente al 'pasado' y fui recomenzando de a poco. "Rayé la cancha" como se dice, y decidí hacer oídos sordos aquellos comentarios de gente tóxica que no hacía nada más que ocupar mi tiempo.

El año pasado también, empecé a borrar rencores contra aquellas personas que me hirieron profundamente, ahora simplemente les deseo lo mejor.

Este nuevo año, en cambio, pretendo empezarlo con la mejor disposición. Atrás quedaron tantas tonteras.... nuevo año, nueva mentalidad.

sábado, 31 de diciembre de 2011

Chao chao

Son las 0:07. Le puse play a Hey Jude, sí la de The Beatles, esa canción tiene ese algo que me hace escucharla una y otra vez sin cansarme. A lo lejos, y tras una cortina logro escuchar uno que otro fuego artificial que anuncia oficialmente que se acaba el año, que hoy es el último día del 2011.

No quiero ponerme sentimental ni na por el estilo, pero admito que este año fue raro. De primera se pasó tan rápido que aún me cuesta comprender que mañana a las 00:00 estaremos todos tomando champange, vestido de manera especial y deseándonos unos a otros que este año sea el mejor y todo el cliché que se dice.

Raro, raro también me resulta el hecho de estar escribiendo sobre estas cosas, si la verdad, tenía pensado escribir sobre otra cosa.


Este 2011 me sirvió mucho para crecer y madurar. Aprendí a distinguir los detalles pequeños sobre los cuales vale la pena hacer sacrificios de vez en cuando. También, sobre valorar a personas que realmente lo valen y a ir eliminando, o filtrando, aquella que simplemente se jacta de llevar ese título.

En fin, un año más que más da, como dice aquella popular canción que después cantaremos como hasta el primer fin de semana de enero hasta que nos aburramos.

Sólo espero que este 2012 sea bueno..., y que ya, qué tanto! me carga el cliché.

Hago un break - suena Loca, de Chico trujillo - es en mi pasaje? sí, mis vecinos ya empezaron a celebrar.

miércoles, 2 de noviembre de 2011

"desperté y respirando comprendí..."

Dicen que cuando uno toma unos vasos de más, se pone mucho más sincero, e incluso reflexiona el doble sobre las cosas de las vidas, y debo admitir que me sucedió eso, y lo pude comprobar a ciencia cierta.

Yo no suelo ser rencorosa. He tenido caídas muy feas, de esas que te dejan pequeñas heridas que demoran mucho en sanar, ya sea porque se remueven constantemente, o porque decidiste omitirla y nunca quisiste admitir la realidad.

Últimamente he sentido la necesidad de cerrar un ciclo en mi vida, ¿la razón? - sinceramente ni yo sé cual es... quizás es simplemente por una necesidad mental, por un bienestar completo, para darle un gustito al alma... quién sabe.

Espero tener el valor de hacerlo. Admito que las ganas están, pero me da terror quedar en blanco, quedar con la sensación de que NO debería haberlo hecho (el maldito orgullo) Tal vés cuando sienta esa paz completa logre decir todo aquello que me he guardado por más de un año, quizás llore, quizás me ría, quizás simplemente no sienta nada y mi mente omita todo. Posible mente mis sentidos no se vuelvan agudos y me quede paralizada (sacaré la armadura una vez más)

Necesito crecer aunque no quiera, necesito pararme en medio de la calle y llorar, gritar, hasta simplemente no poder más. Sé que me prometí que no lo volvería hacer, pero ... whatever.... el cuerpo me lo exige.

Creo es tiempo de abrir el cajón y guardar por siempre el escudo.