sábado, 22 de enero de 2011

Morfeo


Debo admitir que esto me tiene un poco aterrada. Hace un par de noches que vengo soñando lo mismo.

Apenas apoyo mi cabeza en la almohada, mientras lentamente mis ojos se van cerrando, comienza a aparecer una figura que se acerca a mi. Puedo distinguir sus ojos, sus manos, su cuerpo. Tiene esa mirada, dulce, de amor.

Apoya sus manos en mi cintura, mientras lentamente voy sintiendo sus labios en mi cuello. En silencio puedo escuchar el murmullo de su respiración en mi oído, mientras esboza palabras de ternura que calman la ansiedad. Es en ese instante, cuando mis manos se juntan con las de él, mientras las guío en cada movimiento,para que conoscan cada rincón de mi ser.

Es en ese entonces que todo se vuelve mágico. Manos, miradas, palabras, suspiros, respiración, sonrisas, temores, miedos, risas, llantos, alegrías, momentos, recuerdos, sensaciones... Todo es uno, él y yo, somos uno.

Cuando tomo conciencia, siento que él esta a mi lado, me mira y eso me basta para saber que es real, lo abrazo, lo beso, lo dejo.

Abro los ojos y veo la realidad: mi cama solo me contiene, las sábanas están enredadas en mi cuerpo, y es lo único que me abriga.

Sé que esto es imposible, sé que debo callarlo, guardarlo y atesorarlo por siempre.


¿Hasta cuando me harás sentir esto? ¿En algún momento se ira esta sensación?

Lo oculto, me hace sentir...


jueves, 20 de enero de 2011


Admito que hace mucho que no me sentaba a escribir. Que le daba el 'play' a una canción y simplemente dejarme encantar por unas cuantas letras.

Últimamente, me he puesto a pensar en cuanto a cambiado mi vida en estos meses, que ya pronto serán un año. Un año de cambios, de organizarme, re descubrirme, y por sobre todo centrarme.

Sin querer, me he vuelto cómplice de algo que no quería. Sin querer me dejé estar, me dejé engañar por palabras ya manoseadas. Me volví a sentir amante de algo que no me pertence, que no es mio y que jamás volverá a serlo.

Sin querer, con él estaremos conectados para siempre... tenemos eso, esa química que existe porque sí. Somos distintos, pero por dentro somos los mismos. Niños, que recuerdan como el amor se les fue de las manos. La excepción. Mi excepeción.

Tengo temor de verlo, de no saber como reaccionar. ¿Qué sucederá? - ufff - Odio que sea tan seguro, odio pensar que posiblemente me pueda besar, incluso, aunque me muera de ganas.

Sé que soy la única que sabe como fantasear con sus palabras. Sé que él también fantasea con las mias. Desde el momento en que nos conocemos, que lo hacemos. Basamos nuestro amor en caracteres.

No sé que haré para salir de esto, de éste círculo vicioso que ya me tiene agarrada por completo. Creo que simplemente me dejaré llevar, pero debo estar conciente que es solo eso. Mañana, cada uno seguirá con su vida.