Tuve una cita con el destino,
Si, ese al que muchas veces ignoramos.
Estuvimos en un café hablando cosas de la vida.
De mi pasado, aquel que muchas cosas positivas me trajo.
Me habló de mi presente, me reafirmo que debo ser sincera y no dejarme engañar.
Que de ahora en adelante amaré aquel sujeto que queria olvidar, es que él simplemente quiere que este a su lado.
Cuando me dijo eso, yo simplemente lo miré, le dije que era injusto, que yo no creía en él.
Soltó una risa, me dijo que era algo que usualmente oía, pero ya le daba igual.
Las personas que no creen en "mi", son vacías, tenian una capacidad limitada y que realmente era un absurdo no creer en el destino, si no ¿en qué entonces?.
Lanzé una mirada, de esas que llevan un poco de rabia, pena, inseguridad.
Le pregunté si habia manera de cambiar aquello, de no amar más a esa persona.
Me miró, tomó de su café. Sus labios saborearon la cafeina que quedó...
Me tomé un café con el destino
Creo desde ahora que es él el responsable de cada uno de mis actos
Quizás esto lo queria el destino.-
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