sábado, 22 de enero de 2011

Morfeo


Debo admitir que esto me tiene un poco aterrada. Hace un par de noches que vengo soñando lo mismo.

Apenas apoyo mi cabeza en la almohada, mientras lentamente mis ojos se van cerrando, comienza a aparecer una figura que se acerca a mi. Puedo distinguir sus ojos, sus manos, su cuerpo. Tiene esa mirada, dulce, de amor.

Apoya sus manos en mi cintura, mientras lentamente voy sintiendo sus labios en mi cuello. En silencio puedo escuchar el murmullo de su respiración en mi oído, mientras esboza palabras de ternura que calman la ansiedad. Es en ese instante, cuando mis manos se juntan con las de él, mientras las guío en cada movimiento,para que conoscan cada rincón de mi ser.

Es en ese entonces que todo se vuelve mágico. Manos, miradas, palabras, suspiros, respiración, sonrisas, temores, miedos, risas, llantos, alegrías, momentos, recuerdos, sensaciones... Todo es uno, él y yo, somos uno.

Cuando tomo conciencia, siento que él esta a mi lado, me mira y eso me basta para saber que es real, lo abrazo, lo beso, lo dejo.

Abro los ojos y veo la realidad: mi cama solo me contiene, las sábanas están enredadas en mi cuerpo, y es lo único que me abriga.

Sé que esto es imposible, sé que debo callarlo, guardarlo y atesorarlo por siempre.


¿Hasta cuando me harás sentir esto? ¿En algún momento se ira esta sensación?

Lo oculto, me hace sentir...


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